En esta página le damos información detallada de todos nuestros servicios dentro del campo de la energía solar, trataremos de ilustrar los diferentes tipos de instalaciones y como se puede beneficiar de esta tecnología para ahorrar dinero y ayudar a conservar el medio ambiente.
Son aquellas instalaciones donde no es posible acceder a la red eléctrica o el coste de acceso es elevado.
Se diferencia esencialmente del resto de instalaciones en que necesitamos acumular la energía producida por las placas solares en baterías para tener siempre disponibilidad de la misma. Esencialmente se compone de las placas solares que captan la energía, baterías de acumulación donde se almacena y un convertidor o inversor que transforma la energía de baja tensión en continua de paneles y baterías a tensión de red 230 V en monofásico o 400 V en trifásico.
Debido al elevado coste de los componentes, sobre todo de las baterías, es importante que el consumo de electricidad de la vivienda sea el menor posible, limitándonos a alimentar todo aquello que solo pueda funcionar con electricidad y descartando lo que pueda funcionar con otro tipo de energía. Como ejemplo en una vivienda convencional alimentaremos con energía solar, iluminación (de bajo consumo), frigorífico (clase A o A+ en adelante), televisión, pequeños electrodomésticos, microondas, lavadora (bitermica o en frio). Otros como la cocina sería mejor de gas y el horno también, agua caliente y calefacción mediante gas o gasóleo, leña,etc, aire acondicionado es recomendable no usar
Es habitual en este tipo de instalaciones tener el apoyo de un grupo electrógeno para usarlo en caso de emergencia o en periodos prolongados sin salir el sol. También se suelen combinar con aerogeneradores eólicos que ofrecen el aporte de energía que suele faltar en invierno al sistema solar
Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente podemos concluir que las instalaciones de solar aislada son una opción muy rentable para abastecer de electricidad a viviendas o fincas rusticas, donde el usuario no solo se ahorra el elevado coste de llevar una linea eléctrica sino que también se ahorra pagar la factura de la luz todos los meses.
El fin de este tipo de instalaciones es el de vender toda la producción de energía a la compañía eléctrica.
A diferencia de las instalaciones aisladas no tenemos la necesidad de acumular en baterías pues toda la producción la inyectamos a la red según se genera. Al no tener que afrontar el coste de las baterías el precio w/pico instalado es inferior al de las instalaciones aisladas. La rentabilidad de este tipo de instalaciones esta en que el estado ofrece subvención mediante primas a la producción por lo que el precio de venta del kw producido con energía solar es muy superior al precio de mercado.
Años atrás este tipo de instalaciones ha sido muy rentable pero ahora (2012 en adelante) existe lo que se llama "moratoria en las primas" lo que significa que por el momento no van a seguir subvencionando estas instalaciones, lo que conlleva que el que quiera vender a la compañía eléctrica lo tendrá que hacer a precio de mercado, por este motivo hoy por hoy no es rentable este tipo de instalaciones.
Se trata de un buen método para reducir la factura de la luz tanto en hogares como en cualquier tipo de suministro. Se basa en seguir conectado a la red eléctrica pero al mismo tiempo obtener una buena parte de la energía de paneles solares.
Eso es posible de dos formas diferentes, una de ellas es el balance neto y la otra mediante uso de acumuladores.
De cualquiera de las 3 opciones conseguimos reducir bastante el coste Kwh y amortiguar las continuas subidas que está experimentando el coste de la energía.